La periimplantitis es el equivalente a la periodontitis dental. Para aquellos pacientes que no conozcan la terminología, se puede definir la periimplantitis como una enfermedad que afecta a las encías del paciente así como, en último término, al nervio dentario. Esto ocasiona la tendencia a que los dientes terminen por desprenderse. El primer eslabón de esta enfermedad suele ser la gingivitis que dará paso a la acumulación de sarro así como al sangrado de las encías.
Claves para prevenir la periimplantitis en mayores de 60 años
Higiene bucal perfecta: En realidad, la higiene dental debería ser tenida en cuenta por cualquier paciente aunque a menudo no sea así. Es por ello por lo que se recomienda que en el caso de no querer padecer periimplantitis se utilice tanto cepillo como hilo dental y enjuague bucal con el propósito de contar con las máximas garantías al respecto.
Recurrir al experto cada 6 meses: Esta es una de las claves a tener en cuenta ya que normalemente el paciente no suele mantener el cuidado a este respecto, encontrándose con innumerables consecuencias relacionadas con esto. Es por ello que será más interesante poder descubrir los beneficios de mantener un seguimiento por parte del especialista.
Evitar el tabaco y el acohol: Así como se debe evitar el tabaco y el alcohol, también el café y otros productos similares que puedan «manchar» la nueva dentadura. Los implantes dentales, además, no están preparados para enfrentarse al tabaquismo y esto conlleva que en el caso de haber padecido periodontitis previamente, se termine por sufrir también periimplantitis.
Alimentación sana: Este punto es importante para toda clase de personas, sean o no pacientes. Una correcta alimentación es la clave del cuidado dental.